miércoles, 19 de junio de 2013

Cambio de guardia en el cuartel de la montaña

Las líneas de Chávez: "Que no nos descarrilen"



I
El martes 2 de noviembre le dimos la bienvenida al presidente Juan Manuel Santos en esta Caracas bolivariana. Fue un día marcado por el reencuentro fraterno entre Colombia y Venezuela; el reencuentro que había comenzado el pasado 10 de agosto en la Quinta San Pedro Alejandrino, allá en Santa Marta, con el objetivo supremo de reemprender el camino que nos señalara el Padre Libertador: el luminoso camino de la unidad entre dos Patrias indisolublemente hermanadas por tanta historia compartida.

Luego de arribar el primer mandatario colombiano a Venezuela, nos dirigimos al Panteón Nacional para rendirle tributo a nuestro Libertador, a nuestro vivo y eterno punto de reunión que se llama Simón Bolívar. En Bolívar, en su hermoso y vigente legado nos encontramos colombianos y venezolanos: nos sentimos y nos sabemos un mismo pueblo.

Cumplimos con una intensa y provechosa jornada de trabajo en la que pasamos revista, detenida y detalladamente, a los resultados que ya han alcanzado, con su tesonera y fecunda labor, las distintas comisiones de trabajo que se conformaron en la reunión presidencial de Santa Marta. No creo exagerar si digo que es una nueva dinámica de cooperación integral la que ya está en marcha en función del bienestar de ambos pueblos.
Permítaseme esta necesaria digresión: cuánto debemos al gran compañero Néstor Kirchner el haber encontrado pronto el camino para superar los conflictos que amenazaban a nuestros pueblos. ¡Hagamos honor a su memoria!

La jornada concluyó felizmente con la firma de cuatro grandes acuerdos que paso a enumerar: acta para el establecimiento de un Comité Binacional Económico-Productivo; acta para el establecimiento de una Comisión Interministerial colombo-venezolana en materia turística; acta de compromiso para la cooperación en la lucha contra el problema mundial de las drogas; acta de compromiso para la cooperación en la construcción de un puente en el sector Las Tienditas, estado Táchira, que unirá a nuestros países y que debemos estar inaugurando a principios de 2012.

Este primer conjunto de acuerdos, quiero reiterarlo, conforma un primer piso, un primer piso para construir un poderoso sistema de relacionamiento basado en el respeto mutuo, en la confianza, en la buena fe, en los intereses compartidos.

Quiero destacar que el presidente Santos y este servidor, luego de esta segunda cita, compartimos la más firme voluntad política en un sentido muy concreto: estamos resueltos a que nada ni nadie nos descarrile; estamos resueltos a que ninguna ventolera, ningún evento, ningún provocador, ningún agente extraño a nosotros mismos, vaya a descarrilarnos.

Pero tendremos más pronto que tarde ocasión para ponernos a prueba, pues las operaciones de descarrilamientos ya están en marcha, desde aquí, desde allá y desde más allá.

¡Presidente Santos: Que no nos descarrilen!

Hemos comenzado a enrumbar nuestras relaciones, hemos logrado pasar la página de otra manera, reconociendo nuestras diferencias y respetándolas, y abriendo nuevos horizontes. No en vano ambos presidentes tomamos la decisión de reunirnos trimestralmente. Todo lo que ya hemos alcanzado debemos cuidarlo con el mayor celo: no podemos dejarles flancos vulnerables a quienes pretenden que la discordia impere entre nosotros. Que no haya fuerza exógena alguna capaz de hacerle daño a nuestra convivencia fraterna, pacífica y productiva.

Recordaba yo, al culminar la venturosa jornada del 2 de noviembre, unas conmovedoras palabras de nuestro Libertador, del año 1827, porque entrañan para nosotros un poderoso desafío y un no menos poderoso llamado al compromiso: "Pocos días me restan ya; más de dos tercios de mi vida han pasado; que se me permita, pues, esperar una muerte oscura en el hogar paterno. Mi espada y mi corazón siempre serán, sin embargo, de Colombia, y mis últimos suspiros serán por su felicidad".

Tengamos presente que aquella Colombia a la que se refería Bolívar, abarcaba lo que hoy es Colombia y Venezuela, amén de Ecuador y Panamá. Somos, entonces, una sola Patria y, por eso mismo, debemos oír atentamente los últimos suspiros del grande hombre y actuar en consecuencia, haciendo su felicidad en el presente y en el porvenir.

II
El domingo pasado, en el Aló Presidente, anunciamos al país la expropiación de seis conjuntos residenciales y la ocupación temporal de ocho: miles de familias, sobre todo de la clase media, han sido beneficiadas con esta medida que es, en realidad y en verdad, un acto de justicia.

Hemos decidido acabar (y nuestra decisión es inexorable) con esa modalidad de la delincuencia organizada que es la estafa inmobiliaria: no va a haber ninguna clase de contemplaciones con los carteles inmobiliarios, verdaderas mafias operando a plena luz del día, que han esquilmado los ahorros de miles de venezolanos y venezolanas de clase media.

Y que no se diga que estamos arremetiendo contra la iniciativa individual y la propiedad privada: lo que estamos haciendo es ponerle coto a una dinámica de extorsión y estafa. Me pregunto: ¿el cobro ilegal del Índice de Precios al Consumidor a parejas jóvenes y a profesionales es expresión de la iniciativa individual?; ¿el derecho a la propiedad privada, que tanto preocupa a las cloacas mediáticas, se ejerce paralizando la construcción de edificios y robando sistemáticamente a quienes ya habían creído materializar el sueño y la esperanza de una vivienda propia?

Se terminó el tiempo de los engaños y los contratos leoninos: aquí existe un Estado dispuesto a proteger los derechos y los intereses de las víctimas de estos choros de cuello blanco; a restituirles a nuestros compatriotas lo que les pertenece y les ha costado tanto esfuerzo y tanto sacrificio; con su derecho a la propiedad estamos absolutamente resteados.

Estamos actuando con la misma energía y con la misma resolución que demostramos al eliminar los siniestros créditos indexados y las perversas "cuotas balón" hace cinco años: recuérdese ese instrumento liberador que es la Ley de Protección al Deudor Hipotecario. En razón de ello quiero pedirle a la Asamblea Nacional, haciéndome eco de un clamor colectivo, que despliegue el máximo esfuerzo para la pronta aprobación de la Ley del Mercado Inmobiliario. Una ley que no admite la menor demora.

No quiero dejar de hacerte un llamado a ti, compatriota de la clase media venezolana: nuestro Gobierno está dando la cara en defensa de tus legítimos intereses. Siéntete amparado por el proyecto bolivariano. Si quieres Patria -como sé que la quieres- vente a construirla con nosotros.

III
Toda nuestra solidaridad con el pueblo y el Gobierno de Cuba: 68 compatriotas de esta Patria que se llama Humanidad perecieron el pasado jueves 4 de noviembre al precipitarse a tierra, en una zona rural de la provincia de Sancti Spíritus, una aeronave de la línea aérea cubana Aerocaribbean que cubría la ruta entre Santiago de Cuba y La Habana.

Cuánto dolor y cuanto pesar acumulados en nuestros corazones por la pérdida de tantas vidas valiosas: fueron 40 compatriotas cubanos y 28 compatriotas de otras nacionalidades; entre ellos y ellas, Venezuela llora a una amada hija: nos referimos a la compatriota Cándida Elchaer.

Hacemos causa común con los familiares y los seres queridos de las 68 víctimas. En especial, nos unimos a la tristeza de los deudos de nuestra Cándida: los acompañamos, como un solo pueblo, en un mismo e infinito amor. Tengan la certeza de que el Gobierno Bolivariano no va a desampararlos en este difícil y doloroso trance.

Desde que conocimos tan infausta nueva, nos pusimos a la orden del Gobierno cubano en función de cooperar con el rescate de las víctimas. Hoy y siempre, la Cuba revolucionaria sabe que cuenta con la Venezuela bolivariana.


"Llanto que llora", como decía Martí, es el sentimiento común que hoy compartimos con el hermano pueblo cubano: llanto de Patria Grande y de Patria Humanidad.

Artículo: Hugo Chávez Frías
Fuente: MPPRE

Las líneas de Chávez: ¡¡Febrero, otra vez Febrero!!




Ahora mismo estoy viendo, allí en la pantalla del 8, a Jorge Rodríguez y a Aristóbulo, desde los barrios de Caracas, a Jackelín Farías y a Di Martino, desde Maracaibo, rodeados por el bullicio y la algarabía de los patrulleros y misioneros que se han venido constituyendo en una verdadera y sólida vanguardia de la revolución.
Comenzó temprano este sábado, último día del mes de enero, el Simulacro Nacional de la maquinaria roja, actividad ésta que se inscribe en la 4ta Fase (El Despliegue) de nuestra Campaña Bolivariana rumbo a la gran victoria del Sí el 15 de febrero.

Debemos recordar todos y todas, que la Fase del Despliegue se extiende hasta el próximo 4 de febrero, para convertirse ese día memorable en la 5ta. y última fase: "El Doble Ataque Blindado".

Me llega al puesto de comando principal el reporte de las 11:00 Hrs. Reyes Reyes está al frente de las computadoras, haciendo seguimiento en tiempo real al Despliegue. Hay dos canales abiertos para el reporte; por vía telefónica desde y a través de las salas situacionales de cada estado y por vía telemática desde cada comando de centro electoral, donde se han concentrado las patrullas logísticas, las patrullas operativas y los comités por el Sí. El cruce de informaciones provenientes del campo de batalla indica que cerca del 90% de los comandos de centros ya se encuentran activados a esta hora (11:20 Hrs.).

Ahora mismo estoy enviando un mensaje en tiempo real, de reconocimiento al esfuerzo desplegado y de estímulo a esa tropa élite que constituye nuestra maquinaria, nuestra vanguardia, nuestra caballería...

Este simulacro me recuerda mis días de soldado en filas, cuando íbamos a las maniobras militares de cada año, a desplegar nuestras tropas en batalla para incrementar su capacidad operacional y su moral combativa. ¡Cómo olvidar las maniobras de Urica y aquel pelotón donde el cadete Tribilín era explorador!... o las de Agua Blanca y Gamelotal al frente de una patrulla de reconocimiento... o aquellos movimientos de relámpago en los llanos de Cojedes con los tanques del batallón blindado "Bravos de Apure"... ¡¡Ah, caramba, ahora me asaltan los recuerdos!! y les confieso que con ellos llega la nostalgia inevitable. Y es que fue para mí muy bonita aquella vida. Amé de verdad a la negra Nancy Colmenares, fue tan hermoso aquel humilde hogar, fue tan sublime la llegada de Rosita, María y Huguito. Lo digo con el poeta: ¡¡Confieso que he vivido!!

Son precisamente de aquellos días unas líneas que el Teniente Hugo Chávez Frías dirigió a sus camaradas de armas, despidiéndose al ser transferido del Batallón "Bravos de Apure", entonces acantonado en mi muy querida Maracay, hacia la Academia Militar aquí en el Fuerte Tiuna:
"Maracay, 30 de marzo de 1981


Para mí es realmente imposible marcharme de esta Unidad sin despedirme de quienes constituyeron un grupo como el nuestro, trabajador, incansable, abnegado y unido... Un grupo lleno de esos pequeños sacrificios que van preparando al individuo para afrontar situaciones futuras, cuando realmente la Patria venezolana exija de nosotros sacrificios gigantescos...

...Me voy con el gran orgullo profesional de haber pertenecido a los "Bravos de Apure", cuyo nombre evoca, por sí solo, miles de leyendas y de glorias, arrancadas del polvo mismo de la historia del pueblo bravo de Venezuela..."
¡¡Soldado, soldado, eso es lo que yo soy!!

Pero bueno, dejemos los recuerdos... continúan llegando reportes del simulacro electoral. Desde los Llanos, desde Oriente, desde los Ándes, desde el Zulia, desde los Valles Centrales.

Quiero insistir a todos y todas, compatriotas que me leen, acerca de la importancia, de la trascendencia del Referéndum del 15 de febrero. El Sí es la llave para abrir los portones de un nuevo horizonte; el Sí es el futuro. Lo contrario sería no sólo clausurar esa posibilidad, sino algo peor: abrir las puertas tenebrosas del pasado. Tú, mujer venezolana, hombre venezolano, joven venezolano, tienes en tus manos las llaves.


Te pido que pienses en tus hijos, en tus nietos, esos que ya llegaron o esos que llegarán... y entonces decide cuál de los portones abrir.

El columnista Antonio Aponte, en "Un Grano de Maíz", lo dice de una manera dramáticamente real:

"Estos escasos veinte días dirán cómo pasaremos a la historia, cómo nos conocerán nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos: Como el pueblo que desperdició la oportunidad de construir un mundo feliz, ejemplo para la humanidad entera, o el pueblo ingenuo que cayó víctima de las manipulaciones de los oligarcas que lo hicieron ponerse al lado de sus propios verdugos.

O como el pueblo grande que acompañó a los libertadores en hazañas que aún retumban en las páginas más gloriosas de la historia, como el pueblo generoso que fue ejemplo del desprendimiento solidario, el pueblo de abril y diciembre.

Este pueblo heredero de Bolívar, no puede dejarse envilecer por quienes lo desprecian, debemos demostrarles que somos un pueblo valiente que se coloca al lado de la dignidad, del decoro, que no vende a su líder, que no cambia su futuro por un plato de lentejas."


¡Llegó Febrero, otra vez Febrero!

Cuando salgan estas líneas estará el día 1ro. marcado en el calendario. Un día como hoy nació Ezequielito Zamora allá en Cúa, población enclavada en los calurientos Valles del Tuy, cuando la Guerra de Independencia estaba en una de sus etapas más crudas. Era el año 1817 y Alejandro Zamora, el padre de Ezequiel, era Capitán del Ejército de Bolívar. Paula Correa, la madre, era una ferviente activista revolucionaria.

Fue Ezequiel Zamora, sin duda, el General del Pueblo que supo levantar las banderas traicionadas de Bolívar, siendo al mismo tiempo, uno de los precursores en la construcción de la vía venezolana hacia el socialismo.

¡Febrero, 2 de febrero! El lunes (mañana) celebraremos la primera década de la Revolución en el gobierno, del pueblo en el gobierno. Como dijo Fidel, "en un mar de pueblo", llegamos a Miraflores.


¡Diez años!

Me atrevo a decirlo y no estoy exagerando: estos primeros diez años de la Revolución haciéndose gobierno, del pueblo convirtiéndose en poder, no tiene precedentes en nuestra historia republicana. Hemos hecho en diez años lo que no se quiso hacer en un siglo. En verdad les digo: no es poca cosa el salto que hemos dado.

Venezuela pasó, como esos caballos que vienen desde atrás, de ser un oscuro y empequeñecido país subordinado al imperio yanqui, a ocupar lugar luminoso de vanguardia en las luchas de los pueblos del mundo por su liberación.
Mañana 2 de febrero será un día no laborable y habrá una programación especial que incluye la celebración de una Cumbre Extraordinaria de la Alternativa Bolivariana para Nuestra América, a lo cual han confirmado asistencia los presidentes Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega, Manuel Zelaya, el vicepresidente cubano Machado Ventura y el primer ministro Roosevelt Skerrit. Todo esto acompañado por supuesto de intensas movilizaciones populares en todo el país.

Han sido diez años de resistencia y de avances en todos los ámbitos de la vida nacional; diez años en los que hemos venido marchando de victoria popular en victoria popular, rumbo hacia la independencia definitiva de Venezuela, para convertir a nuestra Patria en un País-Potencia en este continente.

Y luego, el 4 de febrero...

¡4 de febrero! Diecisiete años después te canto y te juro que el sacrificio de tus muchachos no será en vano.
Y te canto hoy con Grisel Marroquí y sus versos sublimes:
"Brindemos, Comandante, por sus alumnos. Cadetes de azul, de blanco y oro, formados por usted en el legítimo pensamiento y en el amor libertario de su jefe, Simón Bolívar.


Por la legión de boinas rojas.

Por el ejército republicano.

Por los civiles que lo acompañaron.

Por los estudiantes, sementeras del camino, que se crecen en su ejemplo.

Por sus compañeros de prisión tan valientes como usted.

Por las madres, las viudas y los hijos, que derraman flores los domingos sobre las tumbas de la dignidad.

Por Elena, que representa la gallardía de la mujer venezolana.




Hagamos un último brindis:

En su compromiso con el pueblo no puede existir jamás el subterfugio de la palabra. Usted no se pertenece. El ascenso y condecoración que le otorgaron ese 4 de febrero lo obligan a conducirlo hasta la ¡VICTORIA!"
¡27 de febrero! Te lloro y te juro que el grito de dolor que todavía resuena en este Valle de los Indios Caracas, seguirá siendo el clarín que nos impulsa cada día a la lucha por la vida del pueblo, por el socialismo.

Veinte años después, 27 de febrero, te has reafirmado como la primera rebelión popular de la nueva época que se escondía más allá del horizonte y que ahora se ha convertido en un esplendoroso amanecer.
Y ahora, febrero rebelde, nos preparamos para esculpir en tu piedra viva, otra página gloriosa: el 15 de febrero !!
Nuestro pueblo dirá Sí y abrirá los portones del futuro: rumbo al socialismo.

¡No al triunfalismo!

¡Arreciemos la ofensiva!

Doble ataque blindado!


¡Venceremos!

Artículo: Hugo Chávez Frías
Fuente: MPPRE

Las líneas de Chávez: La Arquitectónica Suramericana


I
La piedra fundamental de la libertad suramericana, para decirlo con el padre Bolívar, ya ha sido puesta. No vacilaremos nunca más, porque sería perdernos. Y quién sabe si la historia nos concedería en las próximas edades otra oportunidad tan maravillosa como lo que vivimos ahora mismo en nuestro tiempo.

Necesitamos defender el gran edificio de nuestra liberación: la arquitectónica suramericana que, entre todas y todos, estamos levantando. No desmayaremos, ni un instante, y no nos dejaremos intimidar por la recomposición de fuerzas del imperio en las principales regiones estratégicas del globo terráqueo.

No nos asustan las amenazas de Washington. No estamos solos, quiero reiterarlo, y nuestras acciones, y las de los Pueblos hermanos, nunca están ni estarán al margen de la responsabilidad colectiva que trasciende nuestras fronteras, pero que, a la vez, permite que nos encontremos en la Patria Grande y diversa que conformamos y nos une. Estamos conscientes de que no hay soluciones nacionales: sería una simple ilusión ante el mar de problemas que agobia a la humanidad entera.

Es esta la razón por la que el dinamismo y el espíritu unitario y nuestroamericano, que primero se hizo sentir en Quito la semana pasada con la reunión de cancilleres de la Unasur, y luego en la 39 Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común y Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur y Estados Asociados, celebrada en la provincia de San Juan, Argentina, se trasladó al final de esta semana a nuestra Caracas rebelde, libertaria y bolivariana.

Quiero expresar la gran alegría que me causó la visita de ese gran compañero y amigo que es Néstor Kirchner, ese honroso hijo de San Martín, en su condición de Secretario General de la Unasur. Juntos pasamos revista a planes de trabajo, tareas y funcionamiento de nuestra organización, para cumplir, ahora sí, con la imperecedera divisa peronista: unidos para ser libres; nunca más divididos para ser dominados.

Razón tenía José Martí cuando decía: La paz también tiene sus ejércitos. Somos nosotros todos los soldados y soldadas que junto a Kirchner conformamos ese ejército de luz que nunca descansa ni descansará por la suprema felicidad de nuestra América.

II
En la Plaza Bolívar de Caracas, y ante ese gran Pueblo que nos acompañó y alentó siempre, este viernes recibí a otro compañero entrañable y amigo de muchos años: el presidente de la República Federativa del Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. Junto a Néstor Kirchner nos trasladamos a la Casa Amarilla, asiento originario de la magna gesta bicentenaria que celebramos este año, para acompañar a los representantes de la Madre África y de Nuestra América, que asisten a la Reunión de Trabajo de la Mesa Presidencial Estratégica del Foro de Cooperación América del Sur-África (ASA).

A África y a América las unen raíces profundas y las identifica la urgencia histórica de hacer realidad otro mundo, que ya no sólo es posible sino que es absolutamente necesario para salvar a la humanidad y a la vida misma en el planeta. Ése es nuestro camino: no hay otro.

Recordemos de nuevo, siempre de nuevo, al Bolívar de Angostura y tendremos la medida exacta de un compromiso que nos corre por las venas para latirnos con la fuerza rítmica que tiene la Madre África en el corazón: Tengamos presente que nuestro pueblo no es el europeo, ni el americano del Norte, que más bien es un compuesto de África y de América, que una emanación de la Europa; pues que hasta la España misma deja de ser europea por su sangre africana, por sus instituciones y por su carácter.

No podemos seguir mirando a otros lados, esperando el concurso de otros: veamos la afrenta contra la humanidad que representa la Ley Arizona en Estados Unidos, por ejemplo, o el racista y excluyente movimiento antiinmigración que se ha desatado en la Europa. Para decirlo con el infinito uruguayo José Gervasio Artigas: nada podemos esperar si no es de nosotros mismos.

Acto seguido, nos trasladamos con Lula a la Casa de Gobierno en Miraflores, para cumplir con nuestro octavo encuentro trimestral. Tiene mucha razón Lula al decir que en 8 años hicimos dos y hasta tres veces más de lo que se hizo en cinco siglos. Y todo esto, como lo refirió él mismo, porque también hace poquísimo tiempo descubrimos que tenemos más en común en el Sur, que todo lo que podemos recibir del Norte.

Tan sólo este viernes, como ejemplo, entre la República Federativa del Brasil y nuestra República Bolivariana de Venezuela, firmamos 27 acuerdos de integración en materia agrícola, de construcción habitacional, tecnológica y telecomunicaciones. Quiero recordar a un grande de Brasil y Nuestra América, Hélder Câmara, a través de sus palabras: Cuando los sueños se sueñan solos, sueños son, pero cuando comenzamos a soñarlos juntos, se convierten en realidad.

Ciertamente, a lo largo de nuestro devenir histórico, hemos tenido sueños, hemos abrigado nobles aspiraciones, esperanzas, grandes proyectos. Pero faltaba lo más importante para que se convirtieran en realidades: reconocernos como pueblos hermanos. Y es lo que hemos logrado, feliz y plenamente, durante estos 8 años.

Hoy comprendemos cuánta razón tenía el mismo Hélder Câmara: Nadie es tan pobre que no tenga nada que ofrecer, ni tan rico, que no necesite ayuda. Creemos que ésta ha sido la clave para que el gigante Brasil se haya reencontrado definitivamente con nuestra pequeña pero grande Venezuela. Y al frente del Brasil, Lula, quien incluso antes de asumir su primera presidencia ya se desbordaba en solidaridad para con nosotros, como en aquellos días terribles del sabotaje petrolero. Jamás lo olvidaré: Yo poseo el sentimiento de la amistad y de la gratitud; por lo mismo, sus contrarios me son enojosos, decía Bolívar. En esta misma veta se nutre nuestro Pueblo.
Muito obrigado, meu caro amigo.

III
Quiero saludar la contundente respuesta que dio nuestra Fuerza Armada Bolivariana, en la persona del General en Jefe Carlos Mata Figueroa, Ministro del Poder Popular para la Defensa, a las recientes declaraciones del Embajador designado por Estados Unidos para Venezuela. No quiero redundar en los detalles porque ya todos fueron satisfactoriamente expuestos, lo que habla bien de la gran moral y, por lo mismo, de la dignidad y vergüenza patria que caracteriza a cada uno de nuestros soldados y soldadas y a cada uno de sus mandos. Se equivocó entonces el señor Larry Palmer, y calculó mal de nuevo el imperio al vaciar, a través de él, una sobredosis de infamias contra Venezuela. Olvidaron lo más importante de todo: aquí, hoy más que nunca, existe una Fuerza Armada unida a su pueblo, como pueblo en armas, y que sabe hacerse respetar y tiene cómo hacer que Venezuela sea respetada.

IV

A la misma hora en que termino estas líneas, veo a nuestro canciller llegando a Bogotá y recuerdo que este sábado 7 es aniversario de Boyacá, la Batalla Libertadora de la Nueva Granada y preludio de la otra, la Gran Batalla de Carabobo.
Y asume, al mismo tiempo, el nuevo gobierno de Colombia. A esta hora del domingo, cuando han salido estas líneas, cerca del mediodía, debe estarse reuniendo el canciller Nicolás con la nueva cancillera colombiana.
Que quede claro: si Venezuela es respetada, pues podremos hacer primores. Si Venezuela siguiera siendo irrespetada pues nada nuevo y bueno sería posible.
Hago mi llamado al presidente Juan Manuel Santos, al respeto, al diálogo constructivo, al pensar y al actuar de manera soberana, a ser fieles con el anhelo de nuestros pueblos hermanos por la Paz, por el progreso, por la construcción de "la mayor suma de felicidad posible", para decirlo con Bolívar desde las colinas de Boyacá, ciento noventa y un años después.

¡Viva Colombia!
¡Viva Venezuela!
¡¡Venceremos!!


Artículo: Hugo Chávez Frías
Fuente: MPPRE


Las líneas de Chávez: "Llevo tu luz y tu aroma en mi piel..."


Todos estos días han estado marcados por el desarrollo de una nueva gira internacional, a la que denominé, hace unos días atrás, de un marcado carácter estratégico. Hemos cumplido con un extenso periplo que es fiel reflejo de nuestra visión geopolítica.

En lo que sigue, quiero ir desgranando algunas reflexiones sobre esta gira a la que considero de veras trascendente.

II

Te propongo, compatriota que me lees, que nos remontemos al año 1999: hace once años la Revolución Bolivariana, consciente de los desafíos que le tocaría enfrentar, iniciaba una audaz estrategia de política exterior en función de los supremos intereses de la Nación. Se trataba de cambiar radicalmente las reglas del juego: queríamos relacionarnos con todo el mundo y no con una parte de él. Desde un principio entendimos que, como dijera el gran pensador palestino Edward Said, "sobrevivir es hacer relaciones".

En realidad y en verdad, por aquel entonces, estábamos aprendiendo a caminar con nuestros propios pies en el escenario internacional. No se olvide que nosotros no teníamos una política exterior propia, soberana: nuestra política exterior se trazaba desde Washington.

Hoy podemos decir, con total certeza, que tenemos una política exterior consolidada: unas relaciones internacionales fortalecidas y diversificadas, como corresponde a un país que goza de la más plena independencia política y que tiene voz propia en el concierto de las naciones. Somos un gobierno real y verdaderamente soberano para tomar nuestras decisiones hacia dentro del país, y hacia afuera cuando actuamos en el mundo.

Esta nueva gira internacional ha sido una nueva y luminosa confirmación de que Venezuela existe. Hoy ya no estamos al nivel de hacer relaciones para sobrevivir: hemos pasado a la ofensiva y hacemos relaciones para acelerar la caída de la hegemonía imperialista y asegurar el luminoso surgimiento de un mundo en equilibrio y en paz.

Parafraseando unas sabias palabras del gran estadista egipcio Gamal Abdel Nasser: nosotros, hoy por hoy, comprendemos a cabalidad el lugar que ocupamos en el mundo y el cumplimiento de la misión que nos confiere la ocupación de nuestro factor lugar. Antes, cuando éramos una colonia petrolera yanqui, no podíamos elevar colectivamente a conciencia ni el factor lugar ni, mucho menos, la misión por cumplir.

III

Dos grandes ejes han definido a esta gira internacional: la cooperación energética y la construcción del nuevo mundo pluripolar. Ambos ejes están íntimamente unidos en nuestra visión y en nuestra praxis.

Hemos consolidado nuestras alianzas estratégicas con Rusia, Bielorrusia, Irán, Siria, Libia y Portugal. Igualmente, hemos iniciado un auspicioso acercamiento con Ucrania.

Detrás de cada uno de los múltiples acuerdos que hemos firmado en esta gira, no sólo está el empeño indeclinable de dignificar la vida de todas y todos los venezolanos, está, también, la encarnación de un nuevo modo de entendernos y ayudarnos en el ámbito internacional.

Tengo la certeza de que ha nacido un mundo nuevo: el mapa geopolítico es radicalmente distinto al de la última década del siglo XX o al de principios del siglo XXI.

Definitivamente, la unipolaridad ha dejado de existir. Nuestro deber es apurar el pleno nacimiento del mundo nuevo: un mundo pluripolar y equilibrado, en lo político, en lo económico, en lo social, en lo cultural, en lo militar, en lo geopolítico. Es el mundo al que se refería nuestro padre visionario Simón Bolívar: es el equilibrio del universo que nunca puede ni podrá hallarse en el seno de la guerra y de la discordia.

Urge un nuevo orden mundial: un orden en el que prevalezcan los reales intereses de los pueblos en lugar de seguirle dando preeminencia exclusiva al capital. Si el capital prevalece como fiel de la balanza internacional los poderosos se seguirán tragando las economías nacionales.

El nacimiento del mundo multipolar no debe hacernos cantar victoria antes de tiempo: existe una situación extremadamente difícil en lo económico, en lo financiero, en lo alimentario, en lo energético.

Recordemos aquella lúcida orientación del Che Guevara: "debemos ponernos uno, dos pasos delante del caos". Venezuela lo viene haciendo: estamos uno, dos, tres pasos por delante de este caos contemporáneo que es la crisis del capitalismo global.

En Europa, en Estados Unidos, en buena parte del mundo, los pueblos están padeciendo las terribles consecuencias del caos capitalista. Pero los nuevos poderes fácticos se encargan de ocultar sistemáticamente la realidad: las transnacionales de la comunicación son funcionarias del capitalismo y hacen lo posible y lo imposible para tratar de sostenerlo.

Hay cifras que hablan por sí mismas y son francamente aterradoras: somos 6 mil millones de personas en el planeta y más de mil millones pasan hambre. Por primera vez, en la historia de la humanidad, la cifra de hambrientos pasó de mil millones. Es la magnitud del caos en toda su crudeza.

Hay que ponerse las manos en el corazón, y no en los bolsillos, y preguntarse cuál es el sentido de seguir legitimando semejante caos, semejante desastre.

Desde el sitial del poder económico, los poderosos llevan más de un siglo reiterándonos con arrogancia: "imítennos y cumplan nuestros mandatos ", lo cual es otra manera de decirnos: sean complacientes y súmense al empobrecimiento indetenible de los pueblos y a la destrucción sin pausa del planeta.

Bajo las actuales condiciones, lo que se ha globalizado son las estrategias reproductivas del capital, junto con el aberrante patrón cultural que acaba garantizando la subordinación necesaria y así la pervivencia del criminal modelo capitalista. Dicho de otra manera: es la globalización de la pobreza y de la miseria. Y a quienes nos oponemos, las transnacionales de la comunicación nos convierten en forajidos y desestabilizadores del mundo. Por eso mismo, mientras más me ataquen, más iré a Teherán, más iré a Minsk, más iré a Damasco, para ratificar que somos y seguiremos siendo libres. Auténticamente libres, por ejemplo, para asumir, con el apoyo de Rusia, el camino del desarrollo de la energía nuclear con fines pacíficos.

IV

Hoy por hoy, la geopolítica contemporánea se está redefiniendo aceleradamente y nosotros somos parte de esta dinámica. Sin abandonar los espacios subregionales, estamos extendiendo y profundizando los lazos con naciones que comparten con nosotros la voluntad política de enfrentar decididamente a la hegemonía imperial. Se trata, entonces, de una praxis común, orientada por una ética compartida, que debe sobreponerse al viejo sentido de la territorialidad y comenzar a minar, desde distintos flancos, al sistema-mundo contemporáneo que se nos ha querido vender como el único posible.

Ciertamente, ya es verdaderamente imposible que el imperialismo domine al mundo: su declive es inexorable. Pero no es menos cierto que éste sigue siendo un tiempo de grandes amenazas: apuntalar con mayor solidez nuestras alianzas estratégicas con otros pueblos, tal como ha ocurrido en esta gira, es maximizar nuestra capacidad de respuesta.

Necesario es multiplicar, decimos con Bolívar, los esfuerzos sensibles y bien dirigidos para que prevalezca la causa humana, el mundo humano, la Patria humana.

Ya para finalizar, debo decir, con el mayor orgullo patrio, que hemos contribuido a que el mundo de hoy sea radicalmente otro con respecto al que era once años atrás: la multipolaridad ha comenzado a ser real y tangible.

Recordemos al padre Bolívar y comencemos a congratularnos por nuestros grandes logros: no se equivocó el gran visionario cuando, al fijar su imaginación en los siglos futuros, veía a Venezuela en el corazón del universo.

Cuando salgan estas líneas, debemos estar ya cruzando el Atlántico, rumbo a la amada Patria Venezolana.

Y vamos cantando, rumbo al Sur:

"Llevo tu luz y tu aroma en mi piel""
"Llevo en mi sangre la espuma del mar
y tu horizonte en mis ojos"


¡Venceremos!

Artículo: Hugo Chávez Frías
Fuente: MPPRE